Diagnóstico del asma inducida por el ejercicio
Si el pediatra sospecha que su hijo puede padecer asma inducida por
el ejercicio, les formulará preguntas sobre los antecedentes familiares
referidos al asma y las alergias, sobre sus síntomas y sobre los
factores que suelen desencadenarlo.
Tras elaborar una historia detallada y hacer un exámen físico a su
hijo, es posible que el pediatra le pida que se someta a una prueba de
función respiratoria después de hacer ejercicio. Esta prueba puede
realizarse en la consulta del pediatra, después de que el niño corra
durante 6 a 8 minutos en una cinta de gimnasio o bien al aire libre, o
después de practicar la actividad que le había desencadenado episodios
asmáticos en el pasado.
Tratamiento del asma inducida por el ejercicio
A veces los médicos recomiendan hacer un pre-tratamiento, es decir,
medicarse antes de hacer ejercicio o de practicar una actividad física
enérgica. Esta medicación a menudo es la misma que la medicación de
alivio inmediato, que se administra para que actúe durante las crisis
asmáticas y se conoce como medicación de rescate, con la salvedad de en
este caso actúa de forma preventiva.
Si no basta con el tratamiento preventivo para controlar los
síntomas, es posible que el médico recomiende utilizar también una
medicación de control, que se suele tomar de forma regular a lo largo
del tiempo para reducir la inflamación de las vías respiratorias.
Si, a pesar de medicarse, su hijo sigue teniendo problemas
respiratorios al hacer ejercicio, informe al pediatra. Es posible que se
deban reajustar las dosis para controlar mejor el asma. Contacte
también al pediatra si se produce algún cambio en los síntomas
respiratorios de su hijo.
Actividades recomendadas para niños con asma inducida por el ejercicio
El ejercicio físico es bueno para todo el mundo, incluyendo los niños
que padecen asma inducida por el ejercicio. Intente animar a su hijo a
estar activo al tiempo que mantiene los síntomas asmáticos bajo control
siguiendo las indicaciones de su pediatra.
Aparte de ayudar a los niños a mantenerse en forma, el ejercicio
puede mejorar su función pulmonar, al fortalecer los músculos pectorales
que participan en la respiración. Pida información al pediatra de su
hijo sobre el ejercicio y sobre qué tipo de precauciones debería adoptar
su hijo al practicarlo.
Por supuesto, hay algunos deportes que es menos probable que
provoquen problemas a los niños que padecen asma inducida por el
ejercicio, como los siguientes:
- andar
- hacer "footing"
- excursionismo
- golf
- béisbol
- fútbol americano
- gimnasia
- atletismo (de baja resistencia y corto recorrido)
Los deportes de resistencia (como el ciclismo y las carreras de largo
recorrido) y aquellos que requieren hacer un intenso gasto energético
durante un período de tiempo prolongado (como el fútbol y el baloncesto)
pueden plantear mayores retos a un niño con asma inducida por el
ejercicio, así como los deportes de resistencia que se practican a
temperaturas frías (como el esquí de travesía o el hockey sobre hielo).
Pero eso no significa que su hijo deba renunciar a estos deportes si
disfruta mucho practicándolos. De hecho, muchos atletas que padecen asma
han comprobado que, con el entrenamiento adecuado y la medicación
adecuada, pueden practicar cualquier deporte que elijan.
Consejos para los niños con asma inducida por el ejercicio
La mayoría de niños con asma inducida por el ejercicio pueden hacer
todo cuanto pueden hacer sus compañeros. Pero asegúrese de que su hijo
sigue las indicaciones de su pediatra.
He aquí algunos de los consejos más recomendados:
- Hacer un buen precalentamiento antes empezar a hacer ejercicio para evitar la opresión de pecho (los ejercicios de precalentamiento pueden incluir una sesión cinco o 10 minutos de duración dedicada a caminar o a cualquier otra actividad ligera). También son importantes los ejercicios de flexibilidad, como los estiramientos.
- Tomar la medicación de rescate lo más cerca posible del momento en que se empieza a hacer ejercicio.
- Respirar por la nariz mientras se hace ejercicio.
- Hacer breves descansos durante el ejercicio y, en caso de que empiecen los síntomas, utilizar la medicación de rescate tal y como haya indicado el pediatra del niño.
- Dedicar unos minutos al enfriamiento después de hacer ejercicio para ayudar a ralentizar el cambio en la temperatura del aire que llena los pulmones.
Asimismo, si un niño con asma inducida por el ejercicio presenta
síntomas, no debería empezar a hacer ejercicio hasta que estos
desparezcan por completo.
También es sensato que los niños con AIE eviten hacer ejercicio al
aire libre cuando haga mucho frío. Si su hijo ha de jugar en el exterior
en condiciones de mucho frío, el hecho de llevar una bufanda o
pasamontañas sobre la boca y la nariz debería ayudarle.
Si la contaminación atmosférica o el polen también desencadenan
síntomas asmáticos en su hijo, este debería hacer ejercicio en un
recinto cerrado los días en que la calidad del aire sea mala o los
niveles de polen estén altos.
Puede ayudar a su hijo asegurándose de que toma todos los
medicamentos recetados por su pediatra, incluso los días en que se
encuentre perfectamente. Si su hijo se salta tomas del medicamento de
control, sus síntoma podrían empeorar y, si se olvida de tomar la
medicación de rescate antes de hacer ejercicio, podría tener una fuerte
crisis asmática e incluso tener que acudir al servicio de urgencias.
Los niños deben tener siempre a mano la medicación de rescate.
Disponga de varios recambios y asegúrese de comprobar con regularidad
las existencias de medicamentos, así como el medicamento de rescate que
utiliza su hijo para que no pueda llevar encima un inhalador vacío.
Revisado por: Elana Pearl Ben-Joseph, MDFecha de revisión: octubre de 2010
Toda la información fue tomada de dehttp://kidshealth.org/PageManager.jsp?dn=%20&lic=194&cat_id=20261&article_set=43485&ps=104
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