"LOS GRANDES PROFESORES SIEMBRE HAN ENTENDIDO QUE SU VERDADERO PAPEL NO ES ENSEÑAR ASIGNATURAS, SINO INSTRUIR A LOS ALUMNOS. LA TUTELA Y EL ENTRENAMIENTO SON EL PULSO VITAL DE UN SISTEMA EDUCATIVO VIVO."

KEN ROBINSON

lunes, 9 de julio de 2012

Hoy soy yo mañana podes ser vos


Hoy soy yo mañana podes ser vos.

Una  reflexión  para los  momentos  que  estamos viviendo  en  nuestra  escuela.



Esta es una historia o fábula de una , el ovejo, la vaca y el ratón que la cuento para que saque usted sus propias conclusiones. 

Así fue como la narraron, pero imagine la gracia innata del cubano acompañada de los gestos adecuados: 

“En una casa de campo donde vivía felizmente un matrimonio, allí también hizo su refugio un ratón que se alimentaba sin mayores contratiempos de cuanto aparecía en la cocina o en los alrededores, hasta que un buen día la señora de la casa decidió atraparlo y se compró una enorme ratonera”. 

El ratón preocupado al ver la ratonera se fue al patio y le pidió ayuda a la gallina contándole que habían  en la cocina una trampa para atraparlo a lo que la gallina respondió que ese no era su problema porque eso no era para ella. 

Entonces el ratón fue hablar con el ovejo que tenía la  y éste le respondió lo mismo, que eso no le importaba porque por allí ni siquiera pasaba; el ratón ya preocupado le pidió ayuda a la vaca que tenían en la casa y esta le respondió, “Uf, ese no es mi problema, imagínate yo tan grande no cabría en esa ratonera”. 

No teniendo a nadie más a quien pedir ayuda el ratón regresó a la casa y se prometió que no saldría en toda la noche del refugio hasta que sintió el golpe de la trampa al caer y minutos después el grito de la señora de la casa. 

En la ratonera había caído una víbora que mordió a la mujer cuando esta se acercó. Entonces ella cayó gravemente enferma a causa de la mordedura y el marido fue al patio, cogió la gallina e hizo una sopa para su esposa. Como no se recuperaba llegaron los hijos que vivían fuera de la casa para cuidarla y el marido tuvo que volver al patio y sacrificar al ovejo para darles de comer. 

Pasaron unas semanas y la señora de la casa murió y a su velorio asistieron tantos familiares y vecinos de todos los alrededores que hubo que sacrificar también a la vaca para darle de comer a todas esas personas. 

Mirando el panorama el ratón no dejaba de decir “ay gallina, ay ovejo, ay vaca, si me hubieran escuchado, si hubieran entendido que el problema que es mío hoy, mañana puede ser ustedes”. 

1 comentario:

  1. eso esta pasando mucho en nuestros país, todos decimos ese no es mi problema.

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